
¿Quién soy?
Soy una académica de 28 años a la que le encanta estar en la naturaleza y descubrir cosas nuevas.
¿Por qué me interesa el turismo?
Los últimos 5 años he estado trabajando en el sector turístico. Es un campo muy emocionante, ya que para muchos es sinónimo de alegría y felicidad. Al mismo tiempo, es una industria que aún hoy ofrece muchas oportunidades de optimización (digitalización, individualización, mejora de la sostenibilidad, …). Además, la forma de viajar es siempre un reflejo de la situación social actual.
Querida Louise:
Tu padre y yo acabamos de llegar al siguiente destino en nuestra gira mundial, las Seychelles. Esto es realmente hermoso. También aquí puede verse cómo la naturaleza se ha ido recuperando poco a poco durante los últimos 15 años, después de las graves consecuencias de la crisis climática que se vivieron en todo el mundo: sequías, tsunamis, tormentas e inundaciones tan severas que la humanidad pensó que el fin del mundo había llegado realmente. Tú deberías recordarlo, ya eras adolescente entonces.
Me alegro mucho de que el turismo espacial no se pusiera de moda entonces. La cantidad de cohetes de pioneros del astroturismo realmente perjudicaron el medio ambiente en aquel entonces…. Y la humanidad actuó como siempre: primero tuvo que reventar todo para que el mundo se pusiera las pilas y se produjera un verdadero cambio. Y luego todo pasó muy rápido. La política empezó por fin a impulsar una multitud de medios de transporte sin emisiones, que rápidamente se comercializaron y extendieron por todo el país. El tren ultrarrápido, por ejemplo, con el que iniciamos nuestro viaje en Berlín, funciona con ondas magnéticas y se desarrolló con éxito gracias a la financiación de un proyecto internacional. Ahora no sólo no dañamos el medio ambiente al viajar, sino que llegamos a San Petersburgo en sólo 3 horas.
Volando en el avión solar que nos trajo aquí, me di cuenta de nuevo de lo mucho que ha cambiado el mundo de los medios de transporte. Antes los barcos y aviones eran los mayores contaminantes que existían; hoy son medios de transporte ultramodernos y silenciosos que incluso generan un impacto positivo al moverse. Los barcos recogen los malditos residuos de plástico que se multiplicaron el siglo pasado y que aún andan esparcidos por los océanos y los reciclan sobre la marcha, y los aviones utilizan el CO2 de la atmósfera: por una parte para refrigerarla y por otra para convertirlo en oxígeno para el interior de la cabina. Así que querida, te escribiré de nuevo desde nuestra próxima parada. Estaremos en Australia visitando el camping más moderno del mundo. Estamos muy entusiasmados con los puntos del programa que ofrecen, permiten conocer la cultura y la naturaleza australiana de forma auténtica y sostenible. Lo que más ganas tengo de ver es el servicio de pan autónomo. Los bollos llegan a través de un sistema de tuberías directamente a la tienda de “glamping”.
Un saludo y un beso muy fuerte a tu pequeña. ¡Las echamos de menos!
– Versión original: Alemán –
Los deseos tras el futuro preferible:
1. “Mi esperanza para el turismo del futuro es que…”
a través de innovaciones tecnológicas (palabra clave: volar/viajar sin emisiones) y cambio social (más respeto por la naturaleza y la cultura local), sea más sostenible y accesible, esto último especialmente para los niños de familias desfavorecidas (en la medida en que sea posible).
2. “Si pudiera desear cualquier cosa…”
desearía que existieran unas vacaciones completamente libres de emisiones, en el mundo entero.
3. “Si tuviera un cargo político con mucho poder…”
promovería la investigación y a las empresas activas en el campo de los combustibles de emisiones nulas y fomentaría el turismo nacional.
Otras imágenes del futuro sobre el tema turismo:
